
El niño primero aprende la forma oral del lenguaje y sólo más tarde (si tiene la posibilidad) aprende el código escrito. A medida que adquiere el lenguaje, adquiere también la visión
de mundo.
Hymes (1971) señala que "el niño normal adquiere un conocimiento de las oraciones no sólo como gramaticales, sino también como adecuadas.
Ahora bien, el código oral tiene características muy precisas. Es mucho más libre y permite correcciones y cambios sobre la marcha. No hay tanta preocupación por la corrección en términos normativos, importa más la expresividad, la persuasión o la simple transmisión de información.
referencia de :www.revistas.una.ac.cr › Inicio › Archivos › Vol. 1 Núm. 20-21 (1987)
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